Los niños parecen ya en uno de cada tres anuncios de televisión. Protagonizan también la publicidad en productos culturales, viajes, ONG e hipermercados. Parece que lo que justifica la omnipresencia del niño en los anuncios es su papel de consumidor dentro del presupuesto familiar, y la creciente influencia de los hijos pequeños sobre el consumo familiar y el interés por incorporar cuanto antes a los niños a la actual sociedad de consumo en la que vivimos. La presencia de menores en la publicidad televisiva no se justifica en la mitad de los anuncios en los que aparecen. “Ni por ser consumidor ni por ser destinatario del mensaje, pero a pesar de ello su imagen prevalece por encima de otros”. Su aparición en los anuncios busca crear una corriente de simpatía hacia el producto anunciado, considerando las diversas connotaciones idealizadoras y positivas que el mundo de la infancia tiene para el adulto, indica la investigación.
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Con los osos y otros animales ocurre algo parecido, son un recurso simpático para mandar un mensaje, un animal sólo sigue a su instinto, y siempre representará un valor que se identificará con la compañía, Fuerza, fortaleza, seguridad, rapidez, simpatía, memoria.
Los osos panda son los “niños bonitos” de las organizaciones protectoras de animales, tanto que su especial querencia por estos animales las está llevando a olvidarse de otras especies en peligro de extinción.
Este supuesto “favoritismo” por los osos panda es el leit motiv del nuevo spot de la organización protectora de animales APES. El anuncio está protagonizado por un gorila que intenta disfrazarse de oso panda para parecer más “adorable” e intentar así intentar que no le disparen.

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“El oso panda es el ‘niño bonito’ del mundo de la conservación animal, que parece más preocupado por la supervivencia de los animales más ‘adorables’ que por la de los animales más aptos”, explica Lee Theisen-Watt, fundador de APES.
En nuestra campaña, creada por Ogilvy & Mather Chicago, “quisimos arrojar luz sobre los a menudo olvidados primates, centrando nuestra historia en una gorila que sabe que sus probabilidades de protección son mayores si adopta el aspecto de un oso panda”, añade Theisen-Watt.
El entrañable y al mismo tiempo triste anuncio de APES demuestra desde luego que el aspecto exterior importa también, y mucho, en el mundo animal.